Ciudad Satélite, ciudad dormitorio.
El ejercicio se torna sencillo, solo basta observar las vías de acceso: los flujos vehiculares se ven adulterados en forma recurrente y periódica, en horarios establecidos y bien regulados, mañana muy temprano y tarde, entrada la noche. Esta fuga de población durante el cotidiano, producto de las migraciones pendulares motivadas por los desplazamientos obligados al y desde el lugar de trabajo, estudio u ocupación, minimiza las posibilidades de encuentro entre vecinos, dificultando la generación espontánea de instancias de trabajo comunitario. Este fenómeno ligado al concepto de ciudad dormitorio impide la estructuración de redes sociales sólidas, favoreciendo el aumento de las vulnerabilidades asociadas a la desintegración (sentimiento de inseguridad, individualismo, despreocupación por el otro, etc.). La situación expuesta aumenta en complejidad al analizarse la morfología del poblamiento urbano periférico. La construcción por etapas condicionado por las reglas del mercado inmobiliario, ha generado una estructura urbanística con regiones barriales independientes unas de otras, sin conectividad social, con espacios públicos compartidos limitados y sin equipamiento comunitario. Las áreas verdes son concebidas como arreglos paisajísticos ajustados a las reglamentaciones vigentes (Ordenanzas Municipales y Planos Reguladores). El resto del territorio común se encuentra destinado al emplazamiento de centros comerciales también regulados por el mercado. Conjuntamente, el desarrollo de las tecnologías utilizadas en la construcción de las viviendas disminuye los plazos de entrega de los inmuebles, transformando las áreas adyacentes a los complejos urbanos existentes en receptáculos constantes de nuevas poblaciones, desconocidas entre si. Este agregado de consecuencias del modelo de urbanización, se torna más complejo, aun con la incorporación del concepto vivienda en condominio, cuya génesis va contra la idea del compartir en comunidad, esto en lo que a territorio completo se refiere. Lo último favorece la aparición de barreras asociadas a la segregación espacial, pues espacios destinados al común de la población quedan restringidos a un número determinado de propietarios, generalmente de clases sociales más altas, dispuestos a pagar por un espacio comunitario propio, adjudicado por derecho en el pago de la vivienda adquirida, disminuyendo el uso de los otros espacios públicos. Como resultado: una población desintegrada y sin participación social.
Jorge Osorio Peralta.
Jorge Osorio Peralta.
2 comentarios:
Me alegro mucho que hayas sido beneficiado con el fondo concursable de cultura 2006 de la municipalidad de maipù, para equipar el centro cultural
Dentro de lista de beneficiados tu propuesta merece la atencion de los vetustos de la muni.
Felicitaciones!!
atentamente
Camila
hola
soy jorge y super por ahi
que habra un taller de malabarismo???
yo hago malabarismo
y estoy interesado en poder ir a el taller. me puedes enviar info a mi mail por fa??
ahi te va mi mail
coke698@hotmail.com
vale de antemano
eso
aios
=O)
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